No entendía lo que había pasado, parecía que se habían sacado la lotería: después de batallar con los gastos, colegiaturas y verlos llevar una vida sacrificada, de repente, de la nada, sin cambiar su situación laboral ni recibir herencia alguna: se compraron un carro nuevo, cambiaron de casa y en menos de un año ya han ido de vacaciones tres veces con toda la familia!... y todo esto sin contar que los veía mas relajados, y felices.
"Seguramente se metió en negocios truculentos"—pensaba— "trafico de droga, lavado de dinero, prestanombres, estorciones, 'aviador' en el gobierno, etc.". En esos casos lo mejor es que ni te digan en que están metidos para que no te involucren y tu vida no corra peligro. Pero en una ocasión me abordaron por sorpresa: "sabemos que has estado muy intrigado con los cambios económicos que hemos tenido y te queremos decir en que estamos metidos" —"¡Ay no por favor, no me digan... si me dicen me voy a involucrar y me van a obligar a ser mafioso igual que ustedes!"— Ellos no atendieron mi suplica sino que siguieron hablando: "... no Alberto, sino que empezamos a hacer homeschooling" —Estaba tan absorto en la trama que tenía en mi cabeza que pensé "ese tipo de negocio turbio nunca lo había escuchado, ha de ser uno nuevo", así que les pregunté con cara de espanto disimulado: "y... y... ¿eso es legal?"
Homeschooling... ¿quien iba a pensarlo? ¡pues claro con los casi 30mil pesos de colegiaturas mensuales que se ahorraban empezaron a darse un estilo de vida que antes no podían! Después me dí cuenta que, por estas y otras ventajas, se estaba empezando a convertir en una tendencia en la ciudad. Si tu estás considerando o ya estas metido en este tipo de "negocio turbio", déjame darte un consejo: ¡aprovecha para ahorrar! El homeshooling solo llega hasta prepa así que no te libra de los costos universitarios, que son los más altos. En vez de gastar todo, separa una parte y contrata un seguro de ahorro educacional para que puedas mantener tu estilo de vida, aún durante la época universitaria de tus hijos.
