Cuando vi a Juanita tambalearse y casi caerse de la silla donde estaba parada limpiando la parte alta de la alacena, me tembló el corazón y me hizo sudar frío. Ella dice que se asustó “reafeo”, pero a mi casi me da un infarto porque si se hubiera accidentado me hubiera echado encima un enorme compromiso moral y económico ya que yo hubiera tenido que responder por el siniestro --porque, como se imaginarán y como sucede con la mayoría de las personas que ayudan con el trabajo domestico, Juanita no tiene seguro ni público ni privado.
Para estos casos, el seguro de casa es una muy buena solución. “¿Un seguro de casa para proteger al trabajador domestico?” –Sí, así es. Lo que muchos no saben es que el seguro de casa, en algunas compañías, tiene una cobertura llamada “Responsabilidad Civil Trabajadores Domésticos”. La cual en Mapfre Seguros dice textualmente:
Esta cobertura se amplía a cubrir los gastos médicos erogados por los accidentes que sufran los trabajadores domésticos, tanto dentro del domicilio asegurado como fuera de este, como consecuencia de accidentes que sufran en el desempeño de tareas relacionadas al servicio doméstico para el asegurado. Quedan amparados por este concepto hasta dos trabajadores domésticos y dichos gastos estarán limitados hasta por el equivalente a 600 días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal por cada uno. Para efectos de esta cobertura se deberá entender como trabajador doméstico aquella persona que preste los servicios de aseo, asistencia y demás propios o inherentes al hogar del asegurado.
Con el seguro de casa matas a varios pájaros de un tiro: te proteges contra robo, incendio, fenómenos hidrometeorológicos, etc., y además, y sin ningún costo extra, proteges a la persona que te venga a ayudar con el quehacer doméstico. El paquete más básico te cuesta al año 1,884.78 (más iva), lo cual es una nada si piensas en lo que tendrías que pagar por un accidente.
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