Ella era una adolescente rebelde y desobediente... y con pelo largo. La cucaracha que estaba en su cuarto, en cambio, encarnaba los valores mas nobles de justicia y rectitud.
El insecto, sumamente agradecido con los papas de la joven por los profusos residuos de comida que sin percatarse dejaban en la noche, se disponía a vengarlos por todos los actos de rebeldía de la joven. Preparando su audaz movimiento vuela al otro lado del cuarto desde donde planeaba realizar su ataque. Su vuelo no pasó desapercibido por la joven quien yacía cómodamente recostada en su cama tratando de dormir un poco mas: "solo espero que no haya sido una cucara...", estaba hablando todavía en su mente cuando siente que el horrible insecto cae en su cabellera enredándose en ella.
Saltos, sacudidas, manotazos y terribles gritos de horror y espanto se oían salir del cuarto interrumpiendo la paz y quietud de la familia y de todo el vecindario en esa apacible mañana. Hasta parvadas de pájaros salieron volando de los árboles circunvecinos. Enredada en el pelo de la joven y balanceándose con tanto salto de ella, la cucaracha justiciera emitía siniestras carcajadas al ver su venganza consumada. Según testigos, tal episodio duró terribles y largos 10 minutos... y desde entonces ya nunca la volvieron a ver con pelo largo.
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