Eran eso de la 1 de la mañana y el pequeño de 4 años todo adormilado entra al cuarto de sus papas que se encontraba también en el segundo piso. “¡Papá!” –le dice el niño moviendo a su padre con una mano mientras se tallaba el ojo con la otra—“El señor que esta abajo ¿es Santa Claus?”. Si la sacudida de su hijo no lo levanto, esa pregunta definitivamente lo hizo. Con los ojos bien abiertos exclama “!¿Un señor abajo?!”. Acto seguido toma a su hijo y guarda silencio para escuchar lo que pareció ser un ruido en la planta baja. “¿Hijo viste a alguien abajo?” le susurra su padre al pequeño. “Si, pero no se parece a Santo Claus, aunque podría ser uno de sus duendes de esos grandotes” —¡¿Un duende grandote?! –definitivamente algo andaba muuy mal.
El personaje que los visitó aquella noche no fue ni Santa Claus ni uno de sus “duendes”, sino un amante de lo ajeno que se robó todos los regalos que había debajo del árbol. El niño nunca había visto la nieve, pero esta fue definitivamente su primera “blanca” navidad.
Lamentablemente la visita de uno de esos personajes no deseados puede ser cuando uno menos se lo imagina. Por eso es un alivio tener un seguro de casa. Si no lo tienes ¡ponte en contacto con nosotros!