Era una pareja adorable. La señora tenía 78 años y su esposo 80, con sus achaques de vejez, pero enteritos. Me encontraba ese sábado en su casa porque estaban en una situación apremiante: ya no podían pagar su póliza de gastos médicos mayores, como me decía el viejito: "o pagamos el seguro o comemos". ¡Y cómo no si el precio anual de la renovación de su póliza les salió en casi el medio millón de pesos! Gracias a Dios en este caso les pude ayudar y bajamos el precio de su póliza unos 300mil pesos.
Me ha tocado ayudar numerosos casos así. Sin embargo, no en todos se puede hacer algo y terminan mal. En un caso, que ejemplifica lo que a muchos les pasa, un cliente en edad de retiro tuvo que cancelar su póliza porque ya no podía pagarla, a los dos meses enferma y cae en el hospital. Al principio se atendió en un hospital privado, pero no pudiendo pagar ya más los trasladan al hospital universitario en donde murió meses despues dejando una deuda a sus familiares por más de 500mil pesos. En otros casos no es la deuda sino que se desatan problemas familiares entre los hijos porque nadie quiere pagar el seguro de los padres.
Estadísticamente, el 95% de los asegurados mayores de 60 años cancelan su póliza de gastos médicos porque ya no pueden pagarlo --justamente cuando más lo necesitan. Esta es información valiosa porque si sabemos esto podemos hacer algo para remediarlo y prevenirlo: ahorrar.
En los dos tips anteriores vimos cómo las compañías de seguros nos ayudan a ahorrar (incluso con planes deducibles de impuestos), bueno pues en esta ocasión la idea es hacer conciencia de porqué debemos ahorrar, y el seguro de gastos médicos en la vejez es una buena razón.
